Ahora que llega el buen tiempo en Sevilla comenzamos a comer más fuera de casa: los parques o los lugares abiertos invitan a tomar el sol de la primavera. Muchos tiran de comida basura, bocadillos o tuppers con comidas sencillas modificando sus hábitos de comida. Otros comienzan la operación bikini y se obsesionan con perder peso para lucir silueta en verano. Lo fundamental, para estar sano y mantener la línea es aprender a comer bien. Y para eso, lo mejor es pedir ayuda a un nutricionista en Sevilla que nos enseñe a comer bien, ya sea en casa, en el parque o en un restaurante.
Al principio cuesta trabajo: los dietistas saben que hay determinados alimentos que no nos gustan o que nos cuesta trabajo comer por su sabor o textura. Para corregir esto, el nutricionista puede realizarnos una dieta personalizada basándose en nuestros gustos para ir, poco a poco, introduciendo esos alimentos que tan poco nos gustan. Una buena manera de hacerlo es combinarlos con otros que nos gusten más, o comerlos en forma de cremas o purés, como puede ser el caso de las verduras o las legumbres.
Otro aspecto importante de la comida sana, que nos dirá cualquier dietista, es la importancia de hacer varias comidas al día. Si queremos perder peso es más efectivo hacer cinco comidas pequeñas al día que comer sólo una vez una comida grande. De esta forma nuestro organismo se acostumbra a cantidades pequeñas y procesa mejor los alimentos. Al hacer una sola comida, el cuerpo se guarda una reserva porque sabe que no volverá a recibir alimento hasta pasadas muchas horas después.
Aunque se asocia a pasar hambre, lo cierto es que aprendiendo a comer bien no sentiremos esa sensación y ni siquiera nos daremos cuenta de que estamos a dieta. Eso sí, siempre guiados por un nutricionista o dietista que nos aconseje y controle que todo va bien en nuestro cuerpo.
